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Emprendimiento en edades tempranas |
Durante màs de 15 años, siendo profesora y asesora de emprendimiento en diferentes instituciones de educación técnica, tecnológica y universitaria, descubrí que, casi independientemente de la institución educativa o región colombiana en la que me encontrara, la situación era muy similar.
No entendía por qué, cuando un profesor de
emprendimiento llegaba a un ambiente de aprendizaje, los estudiantes ponían cara
de pocos amigos. Al conversar con ellos comprendí que lo menos que querían era
montar una empresa, asumir riesgos, responsabilidades, complicarse la vida. Es
más, la mayoría de ellos siquiera lo había imaginado.
La sola idea de asumir un emprendimiento personal implicaba alejarse de lo único que les importaba: sus compañeros de estudio, salir de rumba, tener novia, estudiar de vez en cuando, pasarla bien y, al recibirse, salir a entregar hojas de vida, conseguir empleo en una buena empresa que les brinde estabilidad económica, pedir un crédito (o varios) y darse algunos gusticos con los que soñaron desde niños.
¿Cómo cambiar esta realidad? Estuve leyendo y analizando las experiencias en otros países que han logrado avances interesantes fomentando el emprendimiento. En esta búsqueda me encontré con el libro verde “El Espíritu Empresarial en Europa”; el “Plan de Emprendimiento de Andalucía” (España); la “Ley 1014 de 2006 de Fomento al Espíritu Emprendedor” (Colombia); “Fomento y Propuestas del Espíritu Emprendedor en la Escuelas” (Colombia); y el Website “Momento cero” (Chile), entre otra gran cantidad de documentos y Web Sites en los que iba y venía intentando interiorizar los conceptos fundamentales para enfocar mis esfuerzos en formar emprendedores.
Lo primero que fui comprendiendo es que nuestro sistema educativo no está preparado ni dotado para formar niños con mentalidad emprendedora y, menos aún, los padres de familia. Expertos en el tema afirman que si una persona del pasado viajara en el tiempo y viniera al siglo XXI, se perdería en todos lados menos en una escuela, ya que todo sigue igual.
En mi conferencia: “Instruyendo los futuros emprendedores de excelencia,” sintetizo mi experiencia y la investigación realizada durante varios años y me enfoco en cuatro temas fundamentales que influyen en la formación de emprendedores en edades tempranas:
-
Competencias y habilidades: Antes de desarrollar competencias técnicas,
como las administrativas o gerenciales, enfoquémonos en desarrollar las competencias y habilidades que están ligadas
al espíritu emprendedor, las cuales se centran en desarrollar el ser de
excelencia. El estudio “Escalando el Emprendimiento” en Colombia arrojó que
muchos de los emprendedores que habían creado empresas de alto impacto durante
los últimos diez años no sabían elaborar planes de negocios,
para ello contaban con colaboradores que los asesoraban.
-
Finanzas: Involucrar a los niños en el mundo de las finanzas personales, enseñarles a
manejar el dinero. Ahorrar e invertir es fundamental en la formación integral
de emprendedores.
-
Entorno: La variable más influyente pero menos manejable en la
formación de emprendedores es su entorno: familiar,
escolar y social.
-
Creatividad: como motor esencial en todo el proceso de formación.
Finalmente, quisiera compartir algunas recomendaciones generales para fomentar el espíritu emprendedor,
que a mi entender deberían integrarse al entorno y a la formación integral de
niños y jóvenes:
- Todos los días deben ser una motivación
constante. Háganseles sentir que ellos tienen todo para lograr lo que
quieran sin importar lo que sea.
- Procuren estar en entornos temáticos e
inspiradores.
- Diseñen métodos y herramientas que sean
divertidas, pero altamente efectivas. No olvidemos que el juego, con un
propósito claro y bien definido, es el mejor aliado para el
aprendizaje.
- Conquisten a los niños. Hagan que vean el
emprendimiento como una opción de vida.
- Guíen a los niños y jóvenes a descubrir la
verdadera pasión en su vida. La mayoría de las personas nunca logran
encontrar qué es lo que realmente les apasiona y esto es fundamental.
- Identifiquen la forma de aprender de los
niños y jóvenes.
- Alineen las metodologías de formación con
la forma de aprender de los niños y jóvenes del siglo XXI (Redes Sociales,
Videos y Video juegos, entre otros).
- Enséñenles a aprender haciendo (Learning-by-doing).
- Apliquen un entrenamiento vivencial, con
fundamentos en la construcción de la sabiduría humana para el SER, el
HACER y el SABER, desde la excelencia y con un enfoque humanístico.
- Alienten a los niños a pensar y vivir
diferente; a encontrar su propia forma de hacer las cosas y llevar
adelante su vida.
Leydi Jhoana Lombana Ortega (Colombia)
Máster en Desarrollo Emprendedor e Innovación | UNIVERSIDAD DE SALAMANCA (España)
Máster en Desarrollo Emprendedor e Innovación | UNIVERSIDAD DE SALAMANCA (España)
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